Apu Sajama
En varios pueblos de los Andes, los “Apus” son considerados montañas vivientes o espirituales, se les atribuye una gran influencia divina porque ayudan y protegen a los habitantes del lugar. Existen pueblos que todavía rinden culto a los Apus. Por medio de sacrificios y rituales los habitantes piden favores para su pueblo, tierras, ganados y cultivos. Entre más alta fuera la montaña más fácil y pronta era la comunicación con los dioses Incas.
El Apu Sajama se muestra imponente por su tamaño y es el Apu protector del sector del Cosapa en Bolivia, lugar donde muchas alpaqueras y alpaqueros viven en armonía con la naturaleza y sus animales. Según cuentan, hace mucho tiempo atrás a un arriero que llevaba un rebaño de llamas de un lugar lejano a otro se le hizo tarde, él subía la apacheta y no podía avanzar en su travesía. Rápidamente llegó la noche por lo cual él perdió el camino por la oscuridad, al no poder ver bien ya no podía avanzar. Recordó a sus Apus protectores, sacando coca y alcohol sopló a los Apus pidiendo ayuda y protección, en eso salió la luna y formó una luz la cual ayudó a ver el camino para poder llegar a su destino.